05 mayo 2009

MARCADOR EN EL MÁS ALLÁ

Antier fuimos a ver a mi suegro que ha andado malito y le saqué una FOTO a su recámara y la pegué en el facebook ese que en estos días de arraigo domiciliario ha resultado anti-mata niños y ahí describía la foto y los muebles que están llenos de recuerdos, y la foto de mi suegra q.e.p.d. que tiene colgada arriba del espejo y nos han agarrado una de sentimientos encontrados por pensar en la viudez que Dios guarde la hora!

Con decirles que estaba yo lavando una montaña de trastes con la mirada perdida en el más allá, y vino el hooligan a decirme que si podía salir a andar en bici y ni lo oí porque estaba yo ahí parada pero en mi mente estaba sentada en la mesa del comedor de la la Güera Ruvalcaba , que porque ella era clarividente y estábamos invocando al susodicho del más allá, por que tenía ya unos cuantos años que se murió por llevarme la contra (siempre se lo dije: “Te vas a morir desgraciado” y nunca me hizo caso).

-Si estás aquí danos una señaaaaal – decía la Güera Ruvalcaba con voz de borrego a medio morir y con los ojos en blanco. De repente sabrá Dios de donde empezaba un olor a cacahuates japoneses que no se imaginan.

-Ni muerto dejas de tragar condenado– le decía yo, pero la Güera Ruvalcaba con cara de medium me decía “Shhhhhht” que no la interrumpiera porque se corta la conexión como cuando hablas del celular y te sale una señorita diciendo que está fuera del área de servicio y vayan ustedes a saber si habrá buzón de mensajes en el más allá.

Yo estaba sin saber qué hacer, me daban ganas de reclamarle que no hubiera pagado los últimos recibos de luz porque no había dejado deudos como todos los muertos normales, este dejó adeudos el ingrato. Pero a la vez me daban ganas de abrazarlo del gusto, de pedirle que aprovechando la visita cambie el garrafón del agua porque me pesa tanto que no puedo cargarlo, de ir a plantarle los pies fríos cuando esté bien dormido como siempre y de contarle que el hooligan por fin había aprobado Matemáticas y que la Miss ya no lo quería matar y que la Lady estudiaba en la Universidad y que ya no le gustaban los greñudos.

En eso la Güera Ruvalcaba le preguntaba con tonito de secretaria de ejecutivo: “¿Gustas dejar algún mensaje?” y de repente cuando todo estaba en silencio absoluto que ni respirábamos para escuchar cualquier ruidito ¡zácale! Del más allá se oía como un chisguete de voz del susodicho: Leeeee daaaaaas de comeeeeer a mis palooooomas?

-Ni LOCA oíste – le contestaba yo, -Haz de tener llena de gusanos la memoria, ¿ya no te acuerdas que le tengo fobia a las plumas???

Y el susodicho contestaba, “Andaleeeeeee, a los muertos no se les niega nada.”

Ashhhhhh no hay nada peor que te gane un marido, y más si el marido ya pasó a mejor vida, como si el marcador se pusiera 1 – 0 favor el susodicho porque ni cómo reclamarle ¡Pos este!

En eso llegó el hooligan que regresaba de andar en bici y me jaló el delantal para avisarme que ya había regresado y venía con el susodicho que venía llegando también.

-Mi vida,- le dije con voz amorosa, -de una vez cambia el garrafón si?


Digo…si quiera que quedemos en empate ¿no?


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