12 noviembre 2008

RAZONES PARA QUE NO SE ACUMULE LA ROPA EN LA LAVADORA

594 <-- Abusados, ya falta menos!


RAZONES PARA QUE NO SE ACUMULE LA ROPA EN LA LAVADORA


Ya caí en la cuenta que a veces los hijos nos salen con defectitos de fábrica, como el hooligan que cuando con trabajos se va a dormir le da un ataque de esos que parece barraespaciadoradescompuesta y empieza hable y hable sin tragar saliva hasta que ¡zaz! De pronto ya no se oye y cuando volteo a ver es que se durmió de sopetón y lo peor es que al otro día a medio despertar le quitan el pause y sigue diciendo justo en lo que se quedó, como el otro día que se durmió mientras estábamos viendo a un luchador más alto que el Everest, dijo el susodicho, "Este viejo hasta está deforme" y en eso el hooligan se durmió, y al otro día que lo despierto para la escuela todo modorro dijo: "Para mí no está deforme zzzzz" ¡ay qué miedo me da este escuincle! No le vayan a decir al susodicho, pero a mí me pasa igual que si me duermo a medio capítulo de mi telenovela, me sigo en el sueño.

Como ayer que ya cuando estaba a punto de caer lo veo al Eduardo, que es el protagonista de la telenovela nueva, envuelto con una toalla blanca que venía saliendo del baño con un estómago de lavadero que Dios guarde la hora, parecía cuaderno de hoja cuadriculada ¡qué cosa! Así ni ganas de saltarse un renglón. Y al rato ya estaba soñando que el susodicho salía del baño a hablar por teléfono igual que el Eduardo este de la telenovela, que levantaba el brazo y unos bíceps que se le veían al condenado que qué bruto y se le veía colgado del cuello una medallita que le dio la protagonista cuando eran niños y andaban de calenturientos en una bodega.

Así de color sepia, como cuando en las telenovelas alguien se acuerda de algo que pasó, igual me acordé que el susodicho cuando andaba de calenturiento en su vida me regaló nada, hasta que nos casamos que no le quedó de otra que comprarme el anillo de compromiso por que para el anillo de bodas, el susodicho puso un letrero grande en el consultorio que decía “Nueva estética dental – Diga adiós a las feas coronas de metal” todo para guardarse todas las coronas de oro que sus pacientes ya no querían y luego la mandó fundir para los anillos. Ay una cosa rara que me daba traer parte de las muelas de sus pacientes en el dedo que no vieran, pero cuando una está joven y enamorada qué le importa nada.

Pero al ratito sonó el despertador para empezar a arrear al hooligan para la escuela y mientras medio abría el ojo ví al susodicho envuelto en la toalla con su estómago de lavadero pero con toda la ropa y para colmo en la carga PLUS, que pa pronto me desperté. Ay qué suspiros me aventé, creo que ha sido la única vez que me han dado ganas de que no se junte tanta ropa para lavar ¡qué cosas!

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