04 septiembre 2008

A LA CONQUISTA DE UN SUEGRO

A LA CONQUISTA DE UN SUEGRO


Ayer estaba lavando los trastes de lo más normal de siempre cuando en eso tocan la puerta. Era la Güera Ruvalcaba que venía con su engendro y alguien más. Pa pronto el hooligan corrió al Xbox y como ahí cada quien tiene su sesión como en el Messenger, abrió la del amigo de Lady Pubertiana ese que es un fanático de los video juegos y que cada vez que viene deja a todos con la boca abierta de que alcanza todos los niveles inalcanzables y el hooligan se hizo como si él fuera el que llevara todos esos puntos. Yo ya ni ví si se pelearon o no, si el engendro le habrá presumido como siempre o no porque se hizo un silencio absoluto cuando la Güera Ruvalcaba me presentó a un muchacho pariente de ellos que viene de China que se estaba quedando en su casa una temporada, delgado como un alfiler el muchachito este, con el corte de pelo como de cacerola volteada.

-Se lo quiero presentar a tu hija – me dice y yo me aguanté la respiración les juro del soponcio que me dio de imaginarme a Lady Pubertiana con el chinito ese entrando a la Iglesia con el vestido de novia Made in China y todos los invitados igualitos con el ojo rasgado que ya no sabes de entre tantos cuál era el novio ¡qué horror!

-Se llama Ken Li – lo presenta la Güera Ruvalcaba y le doy la mano pero el chinito no más hacía reverencias.

-¿Cómo la canción esa de Ken Li tulibudibudatyu? – grita el hooligan desde la sala.

-No idiota, esa es una señora que tenía dislexia como la tuya que en lugar de decir formaica dices fornica pero esta señora la tiene en inglés – le digo para que deje de interrumpir.

-Qué pena – le digo a la Güera Ruvalcaba mientras le pasaba una charola con galletitas – mi hija no está ahorita, salió con las amigas.

-Señola – dice el chinito haciéndome otra vez doscientas reverencias, -mientlas llega yo plepadal algo en la cocina.

-Ayyyyyyyy sí déjalo – dice la Güera Ruvalcaba, -en China es un chef muy reconocido y le encanta preparar cosas.


-Pero no hay nada hijo –
le digo. Si ya conocen al susodicho que solo una vez en la vida llenó la despensa como dios manda porque quería tenerme contenta para poder irse de juerga quesque a ver palomas que más bien han de haber sido palomas de doble pechuga ¡pos este!


-No pleoucupal señola, yo me las aleglo con lo que hay – dijo el chinito y pa pronto se plantó mi delantal y se metió a la cocina.


Pasó como hora y media en lo que la Güera Ruvalcaba me presumió que si su engendro hizo esto, que si su engendro hizo aquello cuando salió el chinito de la cocina a decir que ya estaba listo, que si podíamos pasar a la cocina, cuando en eso llegó el susodicho que también odia a la Güera Ruvalcaba y siempre le gruñe como perro cuando la ve y me adelanté a darle un pellizco.

-¿Quién diablos se trajo un souvenir de las Olimpiadas? – dijo burlón el susodicho.

-No amor, es pariente de la Güera Ruvalcaba que vino desde China a conocer la gastronomía mexicana porque es chef – le expliqué, -vino a conocer a Lady Pubertiana.

-Ningún chino viene a conocer a mi hija- dijo el susodicho y yo más fuerte le pellizqué el brazo de shhhhhhhhh calláte que te van a oir y lo interrumpí diciéndole que pasara a la cocina porque Ken Li nos preparó una sorpresa.

¡Madre santa! El susodicho y yo nos quedamos petrificados del susto en el marco de la puerta.

-Ande pase señol, siéntese polfavol – dijo el chinito haciéndole mil reverencias al susodicho.

Híjoles….Ya hubiera querido el restaurante carísimo ese de sushi tener lo que mi mesa del antecomedor tenía ¡qué bárbaro! Una variedad de platillos que no vieran y el chinito colía y colía..ay quiero decir, corría y corría con saltitos como ellos caminan trayendo platos para que probáramos de todos los platillos.

¡Ay qué les digo! El susodicho probó de todo ehhh, bueno ni tomaba aire de que no paraba de probar ¡qué cosa! Unas delicias que preparó el muchachito este que no se imaginan. A mi me dio mucho gusto porque todo estaba muy rico, pero también me dio un poco de miedo nada más de pensar que todo eso estaba guardado en la despensa y uno sin saber. Donde que Lady Pubertiana abre la despensa y si no hay Choco Crispis grita QUE NO HAY NADA ¡válgame la calamidad!

Después de un rato que Lady Pubertiana nada que regresaba, la Güera Ruvalcaba se despidió pero el susodicho la invitaba a quedarse más, que espérate a que Ken Li la conozca y así, de lo más interesado el hombre que no vieran, hasta los invitó la próxima semana a comer paella de la que el susodicho prepara quesque para que Ken Li le dé el visto bueno a su sazón ¡háganme favor!

Ayyyyy no si ya está visto que no hay que romperse la cabeza para complacer a un suegro si a un suegro como el susodicho se le conquista por el estómago ¡faltaba más!


1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay no mi querida MariC, si a mí me llega mi vecina la negra Sánchez Pérez (sorry, no tengo vecinas de alcurnia) a presentarle una parientilla china a alguno de mis hijos ¡¡¡la corro a escobazos!!! aunque me cocine riquísimo ¿pues esta? ¿A poco crees que yo voy a andar haciendo maletas para ir a ver a mis nietos al otro lado de la Muralla China? ¡Claro que nooooo! ¡Ni siquiera la dejo entrar a mi cocina! faltaba más...