Cuando se casa uno anda peor que burro en primavera, nada más encuentra uno un lugarcito escondido y ¡zácale! Pero lo que es con los años, llena uno la despensa y a veces pasa tiempo sin que nadie consuma frijoleiros. Yo no sé si los matrimonios del mundo sean así, ahí ven al papá de Julio Iglesias con un pié en el más allá y soltando cartuchos como metralleta ¡qué bruto! que envidia que me da la mujer esa.
Yo me leí la revista del HOLA de pe a pa a ver si en algún lado venía qué comía el hombre y nada que decía. Solo lo ví que usaba zapatos sin calcetines y pa pronto me fui derechito al cajón de los calcetines del susodicho a confiscárselos todos, ni un par le dejé, ya los tengo escondidos hasta atrás del clóset. Lo primeritito que hizo hace rato fue pegar un grito, que dónde diablos estaban sus calcetines que ni drogado se iba a poner los zapatos así “a raíz” como dice el y yo fingí demencia les juro, no le va a quedar otra que salir así a ver si ese es el secreto para prender el boiler donde diga FRIJOLEIRO ON. ¡Pos este!
Así que si ven por ahí a un dentista sin calcetines ni lo critiquen ehhh.
Los mantendré informados, como en el estado del tiempo, nada más que aquí será el estado del frijoleiro ¡faltaba más!
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