25 febrero 2008

Y PARA FESTEJAR...

Y PARA FESTEJAR...



Con eso del cumpleaños del hooligan y que los tiempos no están para andar haciendo fiestitas de esas que ahora acostumbran los escuincles que sale más caro que el mismo parto, lo estuve pensando les juro, me armé de valor y le dije al hooligan que invitara a 4 amigos el sábado, o sea el hooligan multiplicado por cuatro ¡qué horror!

Me estaba mentalizando a que el día iba a ser de lo más complicado, que se me iba a venir el mundo encima no más de estar correteando escuincles cuando justo escuché en mi programa ese de Diálogos en Confianza que siempre salen psicólogos que todo lo saben y lo que no lo inventan, que para evitar accidentes con los niños lo primero que tiene que hacer uno es escanear la casa para dejar fuera todos los peligros, como de esos rayos X que te pasan por el cuerpo para encontrarte un hueso roto, o más aún, como esa mirada del susodicho cuando se para afuera de la escuela para esperar a que pase la “Sincalzones” que es la mamá de un escuincle que diario lleva unos pantalones deportivos de esos pegadiiiiitos pegadiiiiiitos y que tiene un cuerpazazo que dios guarde la hora la desgraciada y el susodicho la escanea de arriba para abajo y disimula, quesque está cuidando que el hooligan entre bien a la escuela a-já, que se lo crea su abuela. Así que tomé una libretita y me fui recorriendo la casa para señalar las cosas que pudieran ser de peligro:


-Guardar bajo llave todas las medicinas.


-Que no haya cuchillos filosos al alcance de la mano.


- Bloquear todos los canales del sky que el susodicho desbloquea los viernes en la noche y cosas así, de esas que tengan que ver con maldades que se les ocurren a los chiquillos, bueno con decirles que hasta le puse llave al cuarto de la lavadora no fuera a ser que se les ocurriera hacer un jacuzzi, pero como el hooligan odia todo lo que tenga que ver con limpieza en eso me despreocupé un poquito.

Ni siquiera decirle al susodicho que me ayudara, si este fin de semana la televisión estuvo plagada de partidos de fútbol y ya se sabe que cuando pasa eso me quedo viuda, pero cual sería mi sorpresa cuando lo ví entrar diciendo, “Llegaron los refuerzos” Ay pero si hasta me volvió el alma al cuerpo ¡qué bárbaro!

-¿Qué traes en esa mochila? – le pregunto al susodicho que venía hasta jorobado de que se veía que pesaba un montón lo que traía.

-Equipo anti-hooligans que me prestó el papá de uno de los compañeros del fútbol que es de la PFP.

Y empieza a saque y saque un alterón de cosas que no vieran. Que si unos ultra-binoculares infrarrojos, que unas rodilleras con tracto-fricción y así, un montonal de cosas con nombres compuestos que ya ni entendí bien.

-¿Y esa cajita que trae?

-Curitas, por si alguien se hace un raspón – me contestó el susodicho.

-Claro, por ahí hubiéramos empezado – le dije, pero qué discutir ni qué nada, así una tenga la razón jamás hay que llevarle la contra al marido cuando se ofrece a ayudar, eso es LEY y toda mujer lo sabe.

Ahora sí, con la mente fija, equipo preparado y un marido cooperativo, que venga un ejército de escuincles cuando quiera, que aquí estamos para recibirlos ¡faltaba más!

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