07 febrero 2008

LA TERAPIA DEL CERILLITO

LA TERAPIA DEL CERILLITO


Ustedes disculparán tanta ausencia pero es que han pasado muchas cosas y como no quiero que me echen la culpa de que se les quedó aplastado allá atrás por estar horas leyendo, quedan avisados ehhh.

Todo empezó por que nos mandó a llamar la Conchis, que es la Directora de la escuela para decirnos que el hooligan tiene la reinscripción condicionada que porque no hay poder humano que lo haga cerrar la boca en el salón de clases. ¡Qué cosa! Hemos estado como si se nos hubiera muerto alguien, con el ánimo por lo suelos ¡qué horror! Veo al hooligan y me lo imaginaba de grande con su bata blanca oliendo a limpio, trayéndome el título de doctor con mención honorífica, así ya tenía con qué presumirle a la Güera Rubalcava.


Ayyy se imaginan…el hooligan diciéndome adiós desde su coche último modelo más brilloso que el Mercedes del guapísimo de mi vecino, ashhh pero si serán los hijos ingratos, ahora ya no sé si este escuincle vaya a ser el futuro Marco Antonio Regil o qué pero ya lo amenacé que o se calla o se calla.

Todavía llegó el susodicho y propuso llevar al hooligan a cargar bolsas al super, para que sienta la mano dura y como va a ser su futuro si no estudia como dios manda y dicho y hecho. Ayer temprano que buscó el uniforme nada, y que si dónde quedó el chaleco y que los zapatos qué. Le dije con la voz suave porque por dentro sufre más una madre que estos condenados escuincles, “Allá a donde vas no necesitan uniforme” y me mordí los labios les juro ¡qué horror! Bueno... sí llevan un chalequito gris con filitos azules y lo veía al hooligan como un lechoncito que llevan al matadero. Se subió al coche y llegamos al super y le dije, “Anda a cargar bolsas” mientras el susodicho le explicaba a la encargada.

¡Madre santa! Qué llorar ni que ocho cuartos, pegó un brinco y se fue corriendo a ganar la Caja 7. Ya no ví más porque no pude les juro, la encargada me dijo que regresara por ahí de las 2 de la tarde. Ya cuando llegamos el hooligan estaba sentado en una banca larga donde se sientan todos los cerillitos. Todavía me bajo muy apurada, con la conciencia peor de arrugada que un pantalón de lino y el hooligan me ve y se pone feliz. Yo para mis adentros pensaba, “Vaaaaaaya al fin este chamaco valoró” cuando le voy viendo las bolsas de los pantalones cargadas de monedas.

-¿Te dieron tantas propinas de que cargaste muchas bolsas mijo?

- No má apenas y cargué algunas.

-¿Entonces qué?

Todavía no me contestaba cuando se acercó la encargada a pedirme que por favor ni de chiste se me ocurriera otra vez llevar al hooligan a la terapia del cerillo que porque ya le estaban haciendo huelga de brazos caídos los escuincles y hasta se oían los gritos “Cerillos unidos jamás serán vencidos”. Todo que por que el hooligan apenas cargó 5 bolsas y ganó lo que otro en un día completo y lógico se alborotaron los demás a reclamar.

-Es que cargaba las bolsas y les hacía la plática a las señoras má – Me decía el hooligan en el coche, quesque les chuleaba el vestido y les preguntaba si era de Yves Saint Laurent y que si ya les habían comprado a sus hijos el Guitar Heroe que porque es bueno para la coordinación motriz ¡háganme favor! pues a las señoras les parecía gracioso, le seguían la plática y le pagaban doble o triple. Con decirles que hasta de la telenovela de mi argentino guapísimo les preguntaba el muy chistocito.

-A ver escuincle, de cuándo acá sabes marcas ehhh, de cuándo acá te fijas si es Yves Saintnoséqué ehhh, si a mí en la vida me has chuleado un vestido! – le dije.

-Ashhh má…¿Podemos venir mañana? – me pregunta el muy cínico todo alborotado.

¡Ni loca que estuviera! Mañana te me regresas a platicar al salón que donde la Conchis me vuelva a llamar ya veré yo qué le digo ¡faltaba más! - le dije con ese tonito amoroso que solo a una madre le sale.

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