23 noviembre 2007

CÓMO QUITARLE LAS MANCHAS A UNA VACA

¿CÓMO QUITARLE LAS MANCHAS A UNA VACA?


De vez en cuando que nos cita la psicóloga de la escuela para quejarse del hooligan, como ayer OTRA VEZ cita y para colmo les gusta citar a las 7:30 de la madrugada cuando una todavía trae lagañas ¡pero bueno! Resulta que ya no está la Miss Blanca Nieves, quesque se retiró para dedicarse a sus enanos, y nos recibió una señorita delgada ella y con voz amable pero muy muuuy bajita la voz, una de dos: o quiere que uno se le acerque mucho la mañosa o en el libro de pedagogía hay un capítulo donde dice que hablar muy bajito y despacito hace que los papás presten atención, vayan ustedes a saber pero desde que entra uno se siente clarito como ya está psicoanalizándonos los movimientos.

Al susodicho me lo traía amenazado, “Yo hablo, tu callado” De por sí que el susodicho ya desde que entra en la salita de sillones morados empieza a poner cara. ¡Ay pero esta vez qué horror! Le tuve que dar un codazo al susodicho porque en una de esas lo ví igualito a como cuando le entra lo paternal y lleva a los hijos a ver una película y se acomoda en la butaca del cine y se duerme, ay si tiene una habilidad este hombre para VER PARA ADENTRO que no vieran, y es que de repente se queda con el ojo entre abierto pero ya no está aquí, está mas dormido que nada ¡qué horror!

¡Zúmbale! Ahí va el codazo disimulado con sonrisa para que no se de cuenta y luego salga con que el hooligan está así por que la mamá golpea al papá, naaaaaa a mi no me cuelgan las culpas el ya venía así de fábrica.

Según la psicóloga que el hooligan les hace una cara horrible a sus maestras.

- A ver Miss, ¿dispara los ojos para arriba, frunce el ceño y tuerce la boca y entre que resopla como toro de lidia y medio se le escucha una risa maquiavélica?

-Sí exacto, no lo hubiera podido describir mejor.

- Claro – le digo mientras voy abriendo mi bolsa y saco las fotos del hooligan desde que nació, -Mire usted, todo le viene de la genética, nació con cara de enojado pobrecito.


La tomó y las revisó, y en eso le saqué otra, la de los 3 años del hooligan.

Ya estaba a punto de rebatirme la pobre mujer, cuando la ví que muy disimulada volteó a ver al susodicho y en ese momento se quedó sin argumentos pedagógicos, y eso que al susodicho lo agarró viendo para dentro que si no uuuuuuhhh hubiera tenido pesadillas la pobre mujer.

Todavía muy cínica le pregunté si quería que le enseñara más, “
Aquí traigo la del primer día de clases, la de sus 5, 6, 8 y 9 años, la de cuando abrió los regalos de Navidad y se dio cuenta que el Santa no le había traído el Jeep eléctrico ese, uuyyy ahí le sale clavadísima la mirada ¿la quiere ver?”

Ya no dijo nada, se paró y nos despidió y quedó de llamarnos si veía más irregularidades, nos recomendó que le hiciéramos énfasis al hooligan en que hiciera un esfuerzo y tratara de cambiar sus expresiones que es lo mismo que quitarle las manchas a una vaca, o sería como ser dueña del control remoto de la televisión o peor tantito, que el susodicho me dijera que está feliz viendo la telenovela de mi argentino guapísimo ¡qué cosas!

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