10 agosto 2007

UN DÍA DE VACACIONES CUALQUIERA

UN DÍA DE VACACIONES CUALQUIERA


Llega la mañana y en lugar de que como la gente educada digan “Buenos días” se lanzan como caballos desbocados (bueno, he de confesarles aquí entre nos que “nos lanzamos” no más que yo nunca llego a tiempo), todo para ganar la computadora, el X-Box y la televisión ¡ay no, esto es un horror les juro! Todavía ni se lavan los dientes y como si estuviéramos en plena guerra de Irak, el susodicho se tira pecho tierra para ganar el control remoto que casi me deja como estampita al hooligan que también quiere la tele. Lady Pubertiana todavía trae el edredón marcado en el cachete y la desgraciada sin siquiera abrir los ojos, va como en maratón de las olimpiadas de ciegos, tentando el camino a paso rápido hasta llegar a la computadora. Por eso no me dejan llegar al Recetario y ya me URGE, léanme bien ME URGE que empiecen las clases y todo vuelva a la normalidad.

Pero ayer opté por hacer todo lo opuesto que dice la psicóloga de la escuela, esa que parece Blancanieves pero que es más estricta que la madrastra, que dice que hay que hacerles hábitos a los hijos y que se duerman temprano bla bla bla. Me los llevé al cine a la función de las mil de la noche para desvelarlos hasta les compré refrescos de esos bien azucarados para que se les espantara el sueño. ¡Ayyy hubieran visto! Querían entrar a la función temprano y yo quesque no hay boletos, que está muy lleno para que no quedara de otra que entrar a la última. (Ay si soy retemalvada a veces) Pero solo así pude venir a checar mis mails, a echar ojo en santa paz. Es más, son casi las 11 de la mañana y ni un alma que hasta ganas me dan de reírme como Cruela de Vil. Hasta la Sofiringa está amenazada de no pronunciar palabra para que no me los vaya a despertar, el susodicho ya la iba a regañar porque pensó que le estaba haciendo groserías en señas, hasta que le tuve que ir a explicar que lo que quería decir era que si quería huevos estrellados para el desayuno ¡Imagínense!

Me despido, porque la Sofiringa está a punto de preguntarle si quiere un licuado de fruta y como lo único que hay es plátano no vaya a ser…

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