23 marzo 2007

EL LADO AMABLE DE UN MARIDO INSENSIBLE

EL LADO AMABLE DE UN MARIDO INSENSIBLE


¡Madre del cielo! Llevo dos días, así como lo leen, D-O-S días de gastritis con mi telenovela del argentino ¡qué cosa! Un matadero que Dios guarde la hora, no matan al perico porque no tienen uno ¡horror horror horror! Nada más les digo que antier que estaban con que los secuestraron un sufrimiento que qué bruto, voy a ver a Lady Pubertiana que por más que le digo que se duerma que ya no es hora de estar viendo la televisión, más me tardo en salir de su cuarto que ella está con los ojos pegados a la telenovela, la veo y me dice sollozando para adentro, “Viiiste mahahamaá, tienen encerrado al Mati en un cuarto oscuuu-uuuro” y se voltea a alcanzar la caja de kleenex. Ya mejor le pedí un kleenex para mí y me fui a meter a la cama. Luego volteo a ver al susodicho para que me de apoyo moral en este trance televisivo y el ingrato roncando ¡Ayyy pero cómo es posible que se duerma así no más justo cuando el Mati casi se nos muere! Si habrán hombres insensibles en el mundo ¡pos este!

Más cuando pasan la escena en que Laura, la protagonista, que anda como cuando el susodicho se empina su bota llena de vino tinto cuando hay fiesta, con los ojos todos entreabiertos se pone a imaginar cuando estaban en plenos frijoleiros con mi argentino, todo en sepia porque los artistas cuando recuerdan algo nunca recuerdan a color. Ahí fue cuando me entraron unas ganas de echarle un codazo al susodicho que qué bruto.


Pero luego siguió el sufrimiento y las ganas de mandar al susodicho a que haga algo de provecho y que mate al malvado de Lombardo pero con este hombre no se cuenta cuando se le necesita porque toda la vida que prende la televisión como por autómatico se duerme, y todavía el muy cínico dice que la “ve para adentro” ¡háganme favor!

Por eso ayer que Laura y mi argentino se quedaban mirando en los recuerdos con esos ojos verdes y esas miradas que hablan sin palabras le digo al susodicho, “¿Ya viste mi vida, te acuerdas cuando con solo un pestañeo nos decíamos que nos queríamos?” y el susodicho (ay que ganas de habérselos grabado) contestaba: “Bbbbshi (respiro para afuera) mmm mmm (respiro para adentro)” hasta eso muy sincronizado el hombre.


Por eso luego luego aproveché y le dije: “¿Mi vida, mañana me vas a llevar a comer al restaurante caro ese que me prometiste?” y otra vez: “Bbbbshi mm mmm” todavía le dije gracias y hasta me contestó: “Dená bshhh”, y ya mejor le apagué a la tele porque tampoco quiero despertar al susodicho, no vaya a ser que se le quite lo insensible y se haga el desentendido ¡faltaba más!

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