Justo ayer que estábamos cenando vimos en la televisión que encontraron en Italia los restos de dos esqueletos, algo así como Romeo y Julieta versión huesos ¡ay pero qué romántico! le decía yo al susodicho, imagínate morir así, abrazadito que ni la muerte te puede separar.
El susodicho no dijo nada, masticaba como maquinita su sandwich pero clarito alcancé a ver que entre bocado y bocado suspiró un poquito y nos vimos a los ojos. A veces no hacen falta las palabras, menos cuando se tiene enfrente a los hijos echándose un round, pero uno sabe lo que quiere decir el otro, con los años uno escucha lo que no se dice y estoy segura que el susodicho y yo nos imaginamos así, por que ya lo dice la Química de San Valentín: Uno sin el otro, no pudiera existir.
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