15 enero 2007

MI HIJO EL DOCTOR CARGA BOLSAS

MI HIJO EL DOCTOR CARGA BOLSAS


Llevamos una semana en que mi querido hooligan dice que fue el primero en terminar el trabajo de la escuela. Lo dijo el Lunes, el Martes, ya para el Miércoles la méndiga de Lady Pubertiana gritaba del otro lado: “Seguramente no hicieron nada, por eso acaba primero” ¡pobre! Primera vez en la vida que este niño no le da flojera escribir y me lo malmiran.


Y es que yo llevo años diciéndole que si no se pone las pilas en la escuela me lo llevo a cargar bolsas al super por que de flojo en esta casa no cabe, y el condenado escuincle ya estaba pensando que prefería cargar dos que tres bolsas en lugar de soplarse las planas que le deja la maestra que pal caso ni propina le da ¡válgame la calamidad!

Hasta un día que estaba muy quitadito de la pena en la cama más tieso que un cadáver como zoombie se vistió y me lo llevé al super. Yo pensé que el desgraciado se iba a asustar pero naaaaa qué esperanzas, para rápido se puso el delantal azul que le ponen a los demás muchachos y hasta se les metía delante para ganarles turno cuando veía que ya le tocaba cargar. En la vida lo había visto tan feliz, sube y baja sin parar cargue y cargue bolsas y yo en una esquina viéndolo de lejitos cuando llegó el susodicho a ver con sus propios ojos porque cuando se lo dije por el teléfono no me creyó.

-Míralo- le dije señalándolo, -Ahí van mis estrías cargando bolsas, ¿Ahora cómo diablos le voy a presumir a la Cuquis Corcuera de mi hijo médico ehhh, C-Ó-M-O?

El susodicho no lo podía creer, hasta la gerente lo tuvo que pellizcar (mañosa ella) para que viera que es verdad. Ya cuando la ví que el pellizco le duraba 5 minutos le tuve que quitar el brazo del susodicho de ahí ¡pos esta!

-¡Se me regresa a los trabajos forzados! – gritó el susodicho.

Eso sí, de despedida cargo mi bolsita de valiums que me tuve que comprar en la farmacia cuando lo ví que empezó a presumir que ya hasta le estaban saliendo músculos en el brazo.

Está visto que yo no me muero ni de diabetes ni de cáncer, es más, hasta pensé en ir al doctor y que firmara de una vez mi certificado de defunción antes que este escuincle empezara a cargarle las mochilas a todos sus compañeros con tal de que le suelten una propina.

Así que están amenzados en la casa todos con que cui-da-di-to y le recuerdan de la flojera para escribir a mi querido hooligan. Dios quiera y le siga la amnesia hasta el examen profesional.

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1 comentario:

J.S. Zolliker dijo...

Jajajjaja
Sigo sin poder escribir en Haloscan, pero no podía dejar de decirte que mejor se lo inculquen, en una de esas, sale bueno para los negocios y termina batiéndose con el SLIM. Un abrazo!