04 diciembre 2006

UN SABADO PARA LAS FUTURAS GENERACIONES

UN SABADO PARA LAS FUTURAS GENERACIONES


Bien dicen los que saben que después de la tormenta viene la calma, como ayer que me fui a hablar con el susodicho por que ahora que nos fuimos al campo a festejar a su papá que cumplía 86 años, se oxigenaron tanto que terminó de pleito con su hermano, que es como la copia al carbón del susodicho pero con 10 años menos y sin panza. A mi me da un poco de miedo, por eso cuando se juntan antes de besar al susodicho lo reviso bien y si no le veo canas lo saludo de lejitos y así no anda una por la vida haciendo desfiguros con el cuñado ¡qué cosa!

Pero es que el susodicho no escarmienta ni con la expulsada que le dio el espandrajito del árbitro ese que igual se metió en el partido de futbol de los niños a marcarle faltas al sobrino, entonces vino su hermano y en venganza le gritaba al hooligan que era un Cuauhtémoc Blanco , cosa que le puede sacar piedritas en el riñón a los hombres de esta casa.

¡Qué les digo! Toda la vida lo he visto ecuánime al susodicho, diecisiete años de esfuerzo y dedicación para aplacarle el carácter a este hombre pero cuando se trata del fútbol, ahí es cuando le sale lo cavernícola que lleva dentro. Lo malo es que ya comprobé que para colmo el hooligan que no heredó ni mis juanetes, ni el cabello necio del susodicho tuvo que heredar el mismito gen futbolero, si para eso son útiles los avances de la ciencia, así las próximas generaciones y para la salud de las esposas van a poder concebir hijos antifutboleros in vitro ¡faltaba más!

-Anda viejo, ve que a fin de cuentas es tu hermano- le decía al susodicho después de hacer labor para convencerlo que fuera a pedir disculpas.

Y sí, lo vi ir derechito como con el remordimiento de conciencia encima pero sin reconocerlo, también lo vi extender la mano muy disimulado con la misma cara que hace cuando le pido que me ayude a tender la cama, ¡qué bárbaro! De foto estaba este hombre, de foto, como para enmarcarle el único momento en que le sale el lado flaco, como para que quede constancia en papel fotográfico para todas nuestras futuras generaciones de que ahí de aquel que en esta familia se le ocurra irle al tal Cuauhtémoc Blanco si no quieren que su tatarabuelo les venga a jalar las patas ¡pos estos!

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