19 junio 2006

A VECES ES NECESARIO UN JEJÉN EN LA FAMILIA

A VECES ES NECESARIO UN JEJÉN EN LA FAMILIA


Ayer me atraganté el café que ni levantando los brazos para arriba, ni viendo los calzones de mi abuela se me pasaba cuando Lady Pubertiana me sale diciendo, “Sutanita parece que acaba de descubrir el sexo por que se la pasa hablando de eso”

¡Madre mía! Y es que hablar de sexo con las amigas es como pasarle canales a la televisión, lo hace una hasta sin voltear, ¿pero con la hija? Qué suerte que no estaba yo mascando chicle de veras.

Yo estaba preparando lo del día del padre, no en el canal de hablar con la hija de cuestiones sexuales. La miraba y no, pensando por dónde empezar. ¡Madre de Dios! Hasta miré en la alacena si estaban mis Valiums a la mano pero no, mejor me calmé y respiré hondo 1…2…3…. Ahhhhh que susto.

Y es que con los tiempos de ahora hay que estar en todo con los hijos, se habla de sexo como se habla de cómo lavar la lechuga, pero cuando una era adolescente se lavaba la lechuga hoja por hoja, y para cuando llegaba la hora de poner el bactericida se seguían con que si la abejita y la flor y cosas así. Lo cierto es que aunque me quiera hacer la madre moderna de conmigosehablaloquesea, a veces es como empezar a arreglar un closet y después te arrepientes del sacadero de cosas que hiciste si mal que bien todo se veía en su lugar, lo mismo es tocarle el tema a los hijos.

- ¿Ah sí…? – le dije mientras hacía una pausa (que siempre funciona en las telenovelas seguro de algo sirve) -¿y qué es lo que dice la sexóloga de la sutanita esta? - le decía justo cuando entró mi querido hooligan a recorrer la recámara con su cochecito. Ahhh de veras que este escuincle se debería llamar jejen, por que en su otra vida segurito fue de esos mosquitos que no más andan enchinchando cuando menos quieres.


En eso se nos cortó la inspiración, ya no pude despotricarle la Encarta de sexo que tenía preparada para cuando llegara este momento, igual y era una tontería o igual y quería saber de pe a pa, o tal vez iba yo a ser la que le iba a terminar aprendiendo.

-¡Que te salgas idiota!- le gritó Lady Pubertiana

-Tú no me dices idiota, babosa- le contestó el hooligan que no será bueno para repetir las palabras de Spelling, pero cuando se trata de devolverle las groserías a su hermana ni siquiera traga saliva el condenado escuincle.

Y ahí salió Lady Pubertiana a perseguirlo, ya después de tanta corretiza ni se acordó del tema.

La próxima me pongo una corbata de dragón como la de Lavolpe, a ver si con tantito feng shui que no servirá mucho para meter goles, pero a lo mejor sirva más para que la próxima vez que esta escuincla quiera hablar de esas cosas me encuentre más relajadita..


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