04 enero 2006

PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO PARA LA MUÑEQUITA DE EN MEDIO

PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO
PARA LA MUÑEQUITA DE EN MEDIO




Este año me he sentido como una muñeca rusa de esas que traen otras 20 encima, no sé que cosa rara me esté pasando o si es que sea cosa de la edad. Y es que no he sido yo, o más bien he sido yo pero con otras tantas yos según la ocasión.



Por ejemplo la de las fiestas, la que habla y habla sin parar con mis 3 tequilas porque han de saber que no puedo pasar del número 3: con la primera empiezo a decir estupidez y media, aunque todos se ríen yo le he dicho al susodicho que por favor cuando me vea así me ponga algo en la boca aunque mi mamá lo odie, con la segunda tiro el primer vaso que se encuentre cerca porque la coordinación motriz ya no me da, y con la tercera empiezo a escupir mientras hablo y los demás se tienen que cuidar para que no les caiga un escupitajo. La cuarta no sé todavía porque siempre me planto en la 3.



Luego viene la de la casa, esa que es muy sufrida y abnegada que quisiera ver algún día aunque sea una repisa de cada closet arreglada, esa mula de carga que va levantando la ropa de los demás para lavarla sin pedir paga alguna. Y es que aquí podremos ser lo que sea pero jamás de los jamases quiero que a alguien le pase por la cabeza que esta familia trae los calzones palomeados.




Y luego viene la esposa que siente que si se casa una para comer frijoleiros sin tener la preocupación de “Se oye que alguien se acerca” o de “Aguas que ya llegó mi papá” ahora vive traumada porque teniendo la ley de su parte, su marido se va convirtiendo en algo así como su pariente lejano y quiere encontrar la manera de volverlo un maniático sexual.




La otra es la mamá y está preocupada por sus pollitos, porque se ha dado cuenta que el hooligan grita: “Mocoooooooos” y su madre donde quiera que esté corre a llevarle un kleenex, y para colmo se la pasa tratando de convencer a Lady Pubertiana para que se deje arreglar un colmillo porque no es posible que si nos casamos con un dentista para ahorrarnos las consultas esta escuincla ande por el mundo como Drácula cuando ni siquiera es halloween.

Yo no sé, pero la gente piensa que siempre que comienza un año trae renovación, como borrón y cuenta nueva. Empiezan las dietas, se hacen listas de propósitos y cosas así. Por eso yo quiero empezar de cero y encontrar a la muñequita esa donde todo empieza, la que soy yo desde lo más esencial, la pieza de en medio donde todas las demás le siguen, esos son mis propósitos para este nuevo año.

¿Ven cómo es fácil? Así cuando me pregunten por mis propósitos aunque el hooligan se quede con los mocos duros o que Lady Pubertiana tenga la boca llena de fierros, o que todos hayan aprendido a arreglar sus closets sin que nadie tenga que amenazarlos con el cuchillo nuevo ese Gingsu que corta hasta un pelo, o que el susodicho le de por terminarse todos lo tarros de frijoles habidos y por haber y piensen que es un degenerado o que por fin logre llegar a los 4 tequilas sin escupirle a nadie, yo voy a decir que mi propósito más grande es que “La muñequita de en medio esté feliz” aunque luego me tiren de a loca ¡faltaba más!

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