30 junio 2005

LA PRIVACIDAD DEL INTERNET

LA PRIVACIDAD DEL INTERNET


Ahora resulta que este diario es leído por ojos que hasta ayer yo creía totalmente incrédulos, incógnitos e insolutos (que no sé que quiera decir pero suena muy “in”)

Resulta que Lady Pubertiana se acerca y me pregunta: -¿Y porqué no quieres ir a la playa?- Y yo con ese miedo que me da esta escuincla porque ya ven que es medio médium, me le quedo viendo peor de sorprendida que cuando sueña con la Tatuada. (si no se acuerdan lean esto)

El caso es que apunté la lamparita del buró directo a su cabeza y comenzó el interrogatorio.

-¿A ver escuincla, de dónde sacas eso? –

-Pues,….eso dice en el Recetario- me dice

-¿En el quéeee?-

-Sí, en tu ese Recetario- me vuelve a repetir mientras yo adivino que ya anduvo husmeando por aquí.

¡Válgame el cielo! Está bien que pasen lectores de muchas partes del mundo, todos lo saben, que la gente sepa de qué color son los calzones del susodicho es hasta de buena educación y hasta hoy nadie ha repelado, ¿pero que me lea esta escuincla? ¡Eso es violar la privacidad!

Debe existir en algún lugar el Código de Carreño para los buenos modales interneteros donde especifique en el inciso b que las madres son las que leen los diarios de las hijas y no al revés.

Ya que me sobrepuse, le dije con esa voz tierna que las madres solemos hacer con labor de convencimiento, que ella tiene que entender que su pobre y abnegado padre se va a quedar solito.

Pero la pródiga descendiente de las gramíneas por no decirle la hija del maíz me dice, “Ay ma, pus qué le va a pasar, además así descansa de tanto que lo friegas”

-¿Qué lo friego yo? ¿Qué lo friego yoooooo?– Le repito y no es que me diera hipo es que estaba muy sentida porque esta escuincla hirió mi susceptibilidad de muégano y le vuelvo a decir -¿Cómo que lo friego yo?, Que, ¿apoco mandarlo al supermercado y que haga todos mis encargos o, mandarlo a que pague las cuentas, o que me lleve a todas partes como si fuera mi chofer es fregarlo?–

-Ay sí ma, pero pus que se quede, qué más da- Me dice esta escuincla que ha de llevar en la sangre algún gen de agente viajero que seguramente heredó de la desprendida familia por parte de su papá porque mis genes son todos normales.

Lo bueno es que la gente sigue pensando que cuando se tiene una hija siempre será muy apegada al papá. (Mientras no haya un traje de baño de por medio).



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