24 abril 2005

LA VIDA COMIENZA A LOS...¿30's?


Alguna vez me dió esa crisis de los 30's. Esa que pasa cuando piensas que todos conspiran contra ti: Los escuincles, el susodicho, la quincena, y hasta la Sofiringa (la empleada ejecutiva doméstica).

Mi crisis era la que te hace sentir una mujer atada por casarme tan jóven supongo y brincarme esa etapa de trabajo, sudor, lágrimas y diversión y pasar de jugar de las Barbies a jugar con el Kent de carne y hueso.

Entonces le dije al susodicho en medio de esa explosión de libertad: -Hoy me voy con mis amigas, me largo a buscar a mi yo que anda perdido por algún lugar- Y asombrosamente el Santo Susodicho de Jesús Mártir de los Maridos Oprimidos de este país dijo que sí y hasta se ofreció a cuidar a los niños. ¡Válgame la calamidad! Por fin un día de libertad... suena paradisíaco ¿no?

Solo me acompañó una amiga recién divorciada que envidiablemente no le pidió permiso a nadie. Siempre las mujeres buscamos quorum femenil desde para ir al baño, mucho más para realizar alguna hazaña de estas. Así que llegamos a un lugar repleto de escuincles y uno que otro muchachón ya más entradón en años, creo que era yo la más vieja del lugar. También un montón de chavas 90-60-90, todas de jeans enseñando media tanga, ¡hubiera llevado cinturones para vender caray! jeje

Hasta sentí que el jóven bar tender aunque por fuera me ofrecía de beber, por dentro pensaba "No señora, no tenemos cafesito y galletitas, aquí solo se venden bebidas alcohólicas"

Ya desde que una piensa en dirigirse al otro diciéndole "jóven" es el primer síntoma y más cuando ellos te llaman "SEÑORA" así con todas sus letras y ni siquiera saben tu vida íntima ¡válgame Dios!....Pero no, ahí estábamos las dos paradas junto a la barra chupe y chupe al fin y al cabo ni hablar podíamos con la música a todo lo que da.

De pronto alguien me tocó el hombro y pensando que con la proyección de sex appeal que me traía ese día ya había roto algún corazón volteé con una expresión totalmente estudiada, alzando la ceja seductora como de esas expresiones que practicas ante un espejo antes de sacarte la fotografía de alguna credencial.


-Hoooooola ¿cómo estás?....¿Y tu marido? -

¡Madre mía! Era la mamá de un compañerito de mi querido hooligan, de esas señoras del club de madres mitoteras de la escuela. ¿Cómo explicarle mi crisis existencialista? ¿Tendría acaso las próximas 48 horas libres para esucharme?

- Bi en gra ci as - le contesté, -Se quedó con los niños en casa porque estaba algo enfermo-

No se me ocurrió decir más, mientras ella me señalaba una mesa al fondo con todas las señoras del salón junto a sus respectivos esposos y yo con una sonrisa de diente pelao les saludaba con la mano desde mi cuartel de margaritas frozen.

Tantos millones de mexicanos, tantos lugares para ir y me voy topando con el comité de damas mitoteras del kinder ¡que caray! Ahora pensarán que los viernes por la noche soy lesbiana o que estoy en proceso de divorcio y me dedico a ahogar mis penas.

Terminamos cenando en un restauransito muy rico, el mesero se acercó para ofrecernos el postre a lo que yo con mis TREINTA y CINCO deliciosos años cumplidos le contesté
-¿Tendrá cafesito y unas galletitas jóven?-



As time goes by.....



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